obesidad obesity nutricion dieta bajar de peso

Obesidad… una enfermedad inflamatoria. ¿Cómo bajar de peso?

Actualmente existe un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles como lo son la obesidad. Por ejemplo, en Argentina la estadística de obesidad corresponde al 61,6 % de la población total y 700 millones de personas en todo el mundo. Desde hace muchos años atrás se han desarrollado innumerables tipos de dietas y fórmulas para bajar de peso, algunas saludables otras no.

En este espacio donde publico información con base científica a partir de estudios clínicos realizados, hoy considero que el tema de la obesidad y nutrición es sumamente importante de explicar. Espero que pueda llegar a muchas personas, con la finalidad de promover la forma más saludable para bajar de peso.

Comenzamos definiendo el término “obesidad” donde el Índice de Masa Corporal supera los 30 kg/m2. Sin embargo, es importante aclarar que existe un claro aumento de la grasa corporal total y por eso se evidencia el aumento del peso corporal.

Ahora bien, la alimentación que llevamos nos puede conducir a procesos inflamatorios crónicos que se traducen en enfermedades. La obesidad es una enfermedad que tiene implicación psicológica y tanto su inicio como su desarrollo a lo largo del tiempo constan de una red de factores interconectados que ciertamente dificulta el proceso de reversión. Dije que dificulta, más no que sea imposible. Este post trata de ver la realidad a la que nos enfrentamos todos. No es imposible, porque hay que ponerle ganas al asunto. Enfrentarlo y convencernos que podemos salir de los problemas y que el “ser obeso” no es un estado “para siempre”, podemos lograr el cambio, sólo hace falta convencernos verdaderamente que lo necesitamos.  

Como dije anteriormente, la obesidad es una enfermedad inflamatoria, quiere decir que todos nuestros órganos están inflamados y funcionando de la manera que pueden para salvaguardar la vida misma. Entonces el objetivo es disminuir esa inflamación. ¿Cómo empezamos?

Debemos tener en cuenta que no sólo el tipo de alimentación es la causa de la obesidad. Factores como estilo de vida, estrés, sedentarismo y hábitos inadecuados, formas de pensar, cómo llevamos la vida, son agentes causales de primera instancia que generan un desequilibrio interno que nos conlleva a comer en exceso de manera prolongada, es lo que ayuda al mantenimiento de la obesidad.

  1. Debemos cambiar nuestra mente. (Suena como que es algo difícil, pero no hay que estigmatizarse. Recuerda siempre que la solución está en tus manos). Debemos mirarnos y empezar a querernos más. Valorar cada parte de nuestro cuerpo, pensar en nuestros órganos, en cómo funcionan y cómo te ayudan a mantenerte en pie y vivo. Este es el inicio de la mejoría. Aprender a valorarnos mucho más cada día sería el ejercicio principal.
  2. Una alimentación balanceada que llevemos consecutivamente del primer paso, por supuesto es necesario y fundamental. Restricción calórica según tu consumo actual.
  3. Elije un momento del día para realizar actividad física con una duración de 30 minutos por 4 días a la semana.
  4. No te presiones ni te castigues. Evita pensamientos negativos como “ves, sabía que no podría bajar de peso. Me comeré una torta de chocolate” la razón es que no subimos de peso de un día a otro, ni de una semana a otra. Es un proceso que se fue construyendo y así es el descenso.
  5. ¡Tienes el poder en tus manos! Atrévete y consigue tu cambio, tú mismo te agradecerás cada día y aprenderás que la mejor forma de estar bien es quererse y valorarse más cada célula de tu cuerpo.

Artículo realizado por Valentina Velasco.