Fibromialgia y nutricion

¿Fibromialgia? Nutrición Clínica como parte fundamental de la solución.

Se define como desorden caracterizado por dolor musculoesquelético difuso y generalizado por al menos 3 meses.

La fibromialgia reduce la calidad de vida de muchas personas en el mundo y es un problema de salud recurrente cada vez más con el paso del tiempo. Es una enfermedad reumática crónica y aunque su causa es desconocida, muchos factores influyen para dar aparición.

Toda la sintomatología que la caracteriza, como dolor en los músculos y articulaciones, fatiga, síndrome de intestino irritable, ansiedad, depresión y dificultad para dormir o insomnio, es un estado de inflamación generalizada donde todo el organismo se encuentra en un estado de alerta perenne y la persona entra en un círculo vicioso donde no puede descansar debido al dolor creando más ansiedad, preocupación, y perpetuando en casos más graves la depresión e inclusive de dolor.  

Debido a la inflamación cónica dada por interleucinas 1, 6 y 8 además de la importante presencia de óxido nítrico se instaura un estado de hipercatabolismo que se traduce a su vez una alta tasa de daño celular a nivel generalizado y además socava las reservas celulares de nutrientes y antioxidantes por los radicales libres producidos que dañan la célula e interfieren con los ciclos internos.

Es por esta razón que el abordaje nutricional en esta patología es fundamental, ya que tiene por objetivo principal recuperar la funcionalidad celular, reestructurar y conservar el almacenamiento de nutrientes y antioxidantes para mejorar las defensas y combatir la acción de los radicales libres, así como también plantarle un freno al hipercatabolismo e inflamación crónica generalizada para prevenir estados de desnutrición o daños irreversibles a otros órganos.

Un plan de alimentación ajustado a las necesidades nutricionales y con base en el estado de salud de los pacientes con fibromialgia es parte de la solución, porque se combinan mecanismos antinflamatorios y antioxidativos además de aumentar la producción de energía, que debido a la elevada inflamación disminuye la producción.

Los alimentos fuente de antioxidantes en mayor medida son: naranja, zanahoria, calabaza, brócoli, vegetales de hojas verdes, toronja rosada, sandía, tomates, leguminosas y pescado.

Aumentar la producción de energía a partir del diseño individual del plan de alimentación ya que los requerimientos nutricionales cambian de persona a persona y más aún si se presentan enfermedades y patologías asociadas que disminuyan la calidad de vida.

Las fuentes conocidas por su acción antiinflamatoria como el ajo, cúrcuma, vitamina C, brócoli son válidos para incluir en estos casos, pero siempre un plan de alimentación con adecuado balance de proteínas, carbohidratos (usualmente a partir de cereales y vegetales) y grasas va a proporcionar las medidas antiinflamatorias a corto, mediano y largo plazo para lograr una clara mejoría del cuadro doloroso e inflamatorio.

Artículo realizado por Valentina Velasco

Fuente: nutriens

Arthritis Foundation

Mayo Clinic