Usualmente no prestamos mucha atención a nuestra piel, y es el órgano más grande que tenemos, el que protege a todos los demás órganos y la barrera que cuida del medio ambiente.
Debido a ello es el que está mayormente expuesto a peligros físicos, como por ejemplo riesgos de cortaduras, golpes, temperaturas como el frío o el calor, rayos ultravioletas del sol y muchos otros.
Y… ¿Cómo podemos cuidarla?
Debemos tomar en consideración que los daños en la piel se deben a procesos inflamatorios que se desarrollan de forma lenta pero progresiva y que, al expresarse, bien sea deshidratación, piel agrietada, opacidad, manchas o cualquier signo de injuria o daño mayor como lunares cancerígenos es indicativo de que el proceso ha sido crónico y que el cuidado de la piel ha sido ineficiente.
En primera instancia, una adecuada nutrición es fundamental para garantizar la fortaleza y la inmunidad a la piel.
Según estudios, se ha comprobado que una dieta saludable de tipo mediterránea disminuye el riesgo de cáncer de piel. Pero, ¿por qué? Porque aporta los nutrientes necesarios para no solo evitar el proceso inflamatorio, sino que protege sus funciones de forma adecuada.
A partir del consumo de frutas, vegetales, legumbres en su dieta diaria, así como de cereales, productos lácteos y lácteos, aceite de oliva, pescado, agua contenida en los alimentos y agua libre e inclusive productos cárnicos y alcohol de forma personalizada según requerimientos nutricionales de cada persona, podemos garantizar que los daños a la dermis y epidermis serán menores que si generamos desbalances en el tipo de dieta, como por ejemplo aumento de consumo de alcohol, presencia del hábito tabáquico (o cigarrillo), preferencias por alimentos altos en grasas y poca fibra y pocas horas de sueño.
Todos estos alimentos son fuentes principales de vitamina C, folatos, vitamina E, omega 3, vitaminas del complejo B, hierro, zinc, entre otros, además de por supuesto proteínas, grasas y carbohidratos esenciales para una óptima nutrición.
El agua también es un factor primordial en la salud de la piel, ya que se calcula la cantidad de agua necesaria por día de una persona y evitar la deshidratación y mayor descamación del estrato córneo de la epidermis, que es su capa más externa.
Elijamos el camino correcto para la salud y bienestar de nuestro cuerpo y mente. No sólo verse bien es la meta, sino sentirse bien y feliz con todo nuestro ambiente interno.
Una adecuada nutrición te puede ayudar a lograr este objetivo.
Escríbeme por infonutricion@valenvelasco.com.ar para iniciar tu cambio de vida ahora.
Artículo realizado por Valentina Velasco
Fuente: Nutrition and Foods for Skin Health 2018
Journal and Clinical Nutrition 2019
