EL ESTRÉS COMO PUNTO DE INICIO DE ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Dislipemia… un factor de riesgo asociado a enfermedades cardiovasculares es el aumento de triglicéridos y colesterol, es decir, aumento de ambos.
Usualmente, cuando el médico nos dice “tienes los triglicéridos y colesterol altos” la realidad es que muchos pensamos “los bajamos con dieta y ejercicio” incluyendo algunas salidas los fines de semana con comidas favoritas. En ocasiones el médico puede indicarnos una medicación para ayudar a bajar los valores y sugerirnos disminuir el ritmo de una vida muy ajetreada. ¿Realmente lo intentamos?
Ciertamente la dieta y el ejercicio nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, sin embargo, debemos hacernos conscientes del tipo de vida que llevamos: en estos últimos tiempos hemos visto como ha ido incrementando progresivamente el estrés y la ansiedad, la preocupación y los miedos, frustraciones, días agitados donde se nos dificulta poner a descansar la mente. Si eres una persona que hace ejercicio regularmente, es tu momento de desconectar con todos las sensaciones negativas del día y drenar, lo que te dará beneficios y te ayudará a sentirte mejor. Lo que ocurre es que al día siguiente vamos al trabajo y nos encontramos con un día complicado y en este sentido vamos dando fuerza al “es que tengo varios días estresado por que el jefe… o porque el cliente… o porque …. Porque…” y así alargamos días donde el estrés psicológico se instaura como una ZONA DE CONFORT. Si. De confort, no sabemos bajar las revoluciones y en la mayoría de los casos no nos damos cuenta.
El estrés psicológico es lo que conocemos por todo aquello que mentalmente nos domina y nos genera situaciones de angustia y de acá en adelante nos referiremos a él como “el estresor”. Cuando se nos presentan situaciones en la vida a las que tenemos que hacer frente y no queremos, debemos lidiar con ellas e intentar superarlas. En este momento, muchas reacciones bioquímicas se comienzan a desarrollar en nuestro organismo, ya que empieza a generarse un mecanismo de respuesta ante el estresor, puesto que el cuerpo se declara en estado de alarma.
Inicialmente, el sistema nervioso central se activa, seguido de la liberación de glucocorticoides y las hormonas del estrés que son las catecolaminas, compuestas por epinefrina y norepinefrina, con la finalidad de “poner orden” ya que debemos estar activos para solucionar tales situaciones. Y es en este punto donde mitigamos el estrés o seremos presas de él.
Cuando el estresor se queda por mucho tiempo, los mecanismos de respuesta actúan en nuestra contra, porque a partir de la liberación prolongada de las hormonas que les dije anteriormente, puede resultar en alteraciones en nuestro perfil lipídico aumentando tanto el colesterol como los triglicéridos, lo que a su vez confluye en la aparición silenciosa de una posible resistencia a la insulina y de forma cíclica, tendremos un claro aumento de ganas de comer grasas y carbohidratos que va a formar parte de mecanismos hormonales actuando a nivel cerebral y gastrointestinal que a su vez, va a formar parte de la causa del sobrepeso y la obesidad.
Existirá entonces un organismo estresado e inflamado donde todos los órganos comienzan a padecer las consecuencias del estrés. Y en este apartado, vemos como los triglicéridos y colesterol altos de forma crónica o prolongada en el tiempo y, aunado con el sobrepeso y el estilo de vida poco saludable, va a ser la causa de enfermedades cardiovasculares a largo plazo, lo que es igual a infarto al miocardio, enfermedad cerebrovascular o ECV, hipertensión arterial sistémica, entre otras.
Ya de por sí, la dislipemia es un factor de riesgo y en este punto debemos enfatizar la combinación de tratamiento nutricional específico para disminuir los valores de colesterol y triglicéridos con actividad física, ¡y MEJORAR LOS HABITOS DE VIDA!
Si te identificas en este artículo, te invito a:
- Hacerte consciente de tu nivel de estrés y al reconocerlo el siguiente paso es pensar ¿qué puedo hacer para disminuirlo? por que en este momento ya eres consciente de que hay que el estrés no te hace bien.
- Llevar una alimentación balanceada: baja en grasas, alta en fibra y proteínas magras como pollo y pescado más que carnes rojas con ayuda de tu nutricionista clínico.
- Practicar yoga combinado con un ejercicio como correr, caminar, bicicleta o patinar.
- Meditaciones y sesiones de mindfulness regularmente combinado con actividad física cardiovascular como correr o manejar bici.
Las situaciones de estrés siempre van a estar en nuestras vidas, pero debemos aprender a querer estar mejor cada día. ¡Si se puede!
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